Hace 120 años la capital catalana asistió a un avance revolucionario en el sector del transporte con la construcción del «Funicular del Tibidabo», en la montaña del mismo nombre. Corría el año 1901 cuando se construyó en Barcelona la moderna conexión del funicular para llegar hasta la cima de la montaña y acceder al popular mirador y al parque de atracciones del Tibidabo. Ahora, como parte de un amplio proyecto de revitalización de esta atracción turística tan popular entre los visitantes, LEITNER ha modernizado el histórico funicular y hace pocos días se volvió a abrir al público.
Las primeras cabinas que llevaban hasta la cima del Tibidabo, a 512 metros de altitud, eran de madera y, desde entonces, se han realizado diferentes intervenciones de modernización, la última de las cuáles tuvo lugar en 2008. Ahora, como parte de un amplio proyecto de revitalización, se ha abierto un capítulo completamente nuevo. Empezando por el nombre, que se eligió en 2019, el funicular se integrará en el parque de atracciones existente con el nombre de «Cuca de Llum» (luciérnaga) como una atracción moderna.
Además del suministro de los dos nuevos vagones, el proyecto ha incluido la modernización del sistema de control, la instalación de nuevas vías y pistas, la preparación de las estaciones y la instalación de puertas de andén automáticas. La adopción de un nuevo sistema de seguridad garantizará el cumplimiento de toda la normativa vigente ya que se han utilizado materiales ignífugos y sistemas de apertura y cierre de puertas más funcionales, añadiendo sistemas de videovigilancia e iluminación de emergencia. La velocidad ha aumentado de cuatro a diez metros por segundo y la capacidad de transporte pasa de 120 a 252 personas por trayecto.
Además de las numerosas innovaciones tecnológicas, se ha prestado especial atención a la configuración del sistema que, con su nuevo diseño, ofrecerá más espacio en los vagones, mayor comodidad y una superficie acristalada mucho más amplia. Los dispositivos técnicos para la reducción del ruido y las vibraciones, los sistemas de aire acondicionado y los asientos ergonómicos también contribuyen a que el viaje sea una experiencia realmente única y confortable, además de por supuesto la ausencia total de barreras arquitectónicas. Para los asientos se ha utilizado un material resistente y semitransparente que, además de hacer que el espacio de la cabina parezca más amplio, garantiza una larga duración y reduce las intervenciones de mantenimiento.
Caracterizado por un sistema de iluminación exterior futurista que garantiza su visibilidad también de noche, el nuevo funicular se distingue por la tecnología e innovación también en lo que respecta a los sistemas de entretenimiento: los vagones están equipados con tabletas con información práctica sobre el parque de atracciones y su creación y noticias sobre la historia del funicular.
LEITNER ha llevado a cabo el proyecto a través de su filial ibérica «Teleféricos y nieve» en colaboración con el estudio de arquitectos «MIAS Architects» de Barcelona. El funicular volvió a abrir el 12 de junio.